Ayer leí un artículo de Roberto Saviano, "el valor olvidado", donde habla de como los emigrantes que viven legal o ilegalmente en Italia son los únicos que se han atrevido a desafiar a la mafia públicamente. Las últimas frases donde cita a otro escritor que tampoco conozco (Altiero Spinelli al que califica de padre del pensamiento europeo) son emocionantes:
"el país en el que es hermoso reconocerse está hecho de conductas no de monumentos"
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