sábado, 30 de mayo de 2009


El científico ruso Leonid Ponomarev ha descrito elocuentemente las dos formas de conocimiento:


«Sabemos desde hace mucho que la ciencia no es más que uno de los métodos para estudiar el mundo que nos rodea. Otro método -complementario- es el del arte. La existencia conjunta del arte y la ciencia es en sí misma una buena ilustración del principio de complementación. Uno puede dedicarse completamente a la ciencia o vivir exclusivamente a través del arte. Ambos puntos de vista son igualmente válidos, pero tomados por separado son incompletos. La columna vertebral de la ciencia la constituye la lógica y el experimento. La base del arte es la intuición y la penetración. Pero el arte del ballet requiere una precisión matemática y, tal como escribió Pushkin, «La inspiración es tan necesaria en geometría como en poesía». Ambas se complementan, en lugar de contradecirse. La verdadera ciencia es afín al arte, del mismo modo que el verdadero arte siempre incluye elementos de ciencia. Reflejan aspectos diferentes y complementarios de la experiencia humana, y sólo nos dan una idea completa del mundo cuando se utilizan juntos. Por desgracia, no conocemos la «relación de incertidumbre» para el par conjugado de conceptos «ciencia y arte». Por eso no podemos asegurar el grado de perjuicio que sufrimos a causa de una percepción unilateral de la vida.»