En los años 60 no era habitual que las mujeres trabajaran como fotógrafas así que Shirley Baker no alcanzó su sueño de trabajar para el periódico The Guardia, que entonces tenía su sede en Manchester.
En esta ciudad ella documentó durante años los cambios sociales que supuso la destrucción de los hogares de familias trabajadoras para construir otro tipo de barrios.
Sin dramatismo pero con una mirada respetuosa y cercana nos acerca a las sonrisas y juegos de los niños que pasan el día en la calle, a veces solos, a veces supervisados de lejos por sus madres.
Años después retrataría en Londres el Candem Punk o imágenes de Francia o Japón. A partir de su fallecimiento su figura ha sido reconocida y difundida.
En la presente edición de Photoespaña puede visitarse una exposición en el madrileño Museo Cerralbo que tiene su sede en un pequeño palacete justo al lado de la Plaza de España. Allí en la tranquilidad de sus salas y jardín muchos visitantes descansan del calor y el ajetreo de la ciudad mientras descubren un mundo donde el arte tiene mucho que ver con el status y los privilegios de la aristocracia de nuestro país.
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