Hace unos años alguien tuvo la idea de hacer un laberinto vegetal en este parque.
Pero en vez de utilizar setos recortados como suele ser habitual en este tipo de lugares allí había sólo espigas.
Era un laberinto para niños, que disfrutaban de perderse y encontrarse, entre gritos y carreras.
Luego dejó de cuidarse y desapareció.
Hoy he descubierto que vuelve a estar en el mismo lugar aunque utilizando cipreses recortados.
Los niños no se han enterado tampoco porque no había ninguno todavía...
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