miércoles, 29 de diciembre de 2021
Lab Girl by Hope Jahren.
Un libro que gustará a los que aman la ciencia y también a los que piensan que es algo complicado para ellos.
Es una autobiografía cuyos primer capítulo lleva por título Raíces y en el que habla de su infancia en Minessota y su familia, el segundo habla del tronco y allí la podemos ver en su primer laboratorio. El último, el que se títula Flores y frutos habla de su segundo y tercer laboratorio, del amor y de su plenitud como cientifica y como persona.
La ciencia es para ella un hogar, un lugar seguro ya que afirma quelas personas son como las plantas, crecen buscando la luz.
Y empieza con la cita de Hellen Keller, que a pesar de que era ciega, consiguió también llegar muy lejos en su vida. "Cuantas más cosas tocaba... más dichosa me sentía y más confianza tenía en mi sintonía con el mundo"
Me ha gustado particularmente la frase en la que habla de las semillas, que saben esperar el momento oportuno, que no se apresuran.
A seed knows how to wait. Most seeds wait for at least a year before starting to grow; a cherry seed can wait for a hundred years with no problem. What exactly each seed is waiting for is known only to that seed. Some unique trigger-combination of temperature-moisture-light and many other things is required to convince a seed to jump off the deep end and take its chance—to take its one and only chance to grow.
Each beginning is the end of a waiting. We are each given exactly one chance to be. Each of us is both impossible and inevitable. Every replete tree was first a seed that waited.
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