miércoles, 16 de diciembre de 2009

Ginger for colds and more


JENGIBRE

La medicina más sabrosa

El jengibre es mucho más que una especie picante para usar de vez en cuando. Su rizoma fresco da aroma a todo tipo de recetas, dulces o saladas, pero su capacidad para mejorar la circulación, los mareos, los problemas digestivos y los resfriados lo convierten en un gran medicamento natural.

El jengibre (Jengibre officinalis), es una planta cultivada de clima cálido que crece en países como la India, Australia, Jamaica, China y Nigeria. La parte comestible es el tallo subterráneo o rizoma del que brotan las raíces de la planta. Tiene una forma comparable a la de una mano, con una parte central y unos dedos irregulares y rechonchos. La piel, lisa y de color marrón claro plateado, envuelve una pulpa jugosa y de color marfile.

El jengibre fresco cortado ofrece una agradable fragancia, cálida, picante y refrescante, que recuerda al limón y la pimienta. Sin embargo, en Occidente es más conocido el polvo seco de jengibre, con el aroma más picante y notas maderadas. Por desgracia no existe la garantía de que el jengibre seco no nos llegue adulterado.

PROPIEDADES MEDICINALES

Los beneficios para la salud que ofrece el jengibre no se deben a un aporte de nutrientes en forma de minerales, vitaminas, proteínas o hidratos de carbono, sino a las sustancias biológicamente activas que contiene, como el gingerol, el shogoal y la zingerona. La medicina tradicional china utiliza el jengibre, dado su elevado poder calorífico, para restablecer el flujo de la energía por el cuerpo y para revitalizar los órganos fatigados. Por su parte, la medicina naturista ha descubierto multitud de propiedades en el jengibre: resulta un remedio oenico para prevenir el mareo y las náuseas, sobre todo las del embarazo. Si queremos prevenir el mareo antes de un viaje, será suficiente tomar un trozo de jengibre fresco de unos dos centímetros.

Otro efecto beneficioso sobre la salud es que mejora la circulación sanguínea, reduciendo la tendencia a la formación de coágulos. El jengibre disminuye la viscosidad de la sangre, a la vez que relaja, dilata los vasos sanguíneos, permitiendo un mayor flujo de sangre con un esfuerzo menor por parte del corazón. El efecto pro-circulatorio del rizoma, debido a un principio activo denominado gingerol, supera al del ajo o la cebolla.

En el sistema digestivo, el jengibre estimula la absorción de los nutrientes, favorece la producción de bilis y reduce las flatulencias. Al parecer, también tiene la capacidad de eliminar toxinas.

Un estudio danés de 1992, confirmó que el uso del jengibre contra el reumatismo y la artritis en el Ayurvedica (la medicina india tradicional) era acertado. La forma en que el jengibre actoea contra estas dolencias no es bien conocida, aunque todo indica que bloquea las sustancias inflamatorias. Contra el reumatismo se recomienda tomar diariamente 50 gramos de jengibre fresco cocido o cinco granos de jengibre fresco crudo con Sales Curativas de Ma, durante tres meses como mínimo.

Tisana anti-resfriados.

El jengibre resulta muy eficaz contra los resfriados, la gripe, la tos, las bronquitis crónicas y las infecciones leves de cualquier tipo. Entre sus efectos está el de reducir la fiebre y aumentar la sudación y la cantidad de glóbulos blancos. La tisana se prepara con una cuchara de jengibre fresco recién rallado y hervido, el zumo de medio limón y una cuchara de miel. Hay que procurar tomarla bien caliente.

Para la inflamación de abdomen y estómago.

Cortar jengibre fresco, mezclar con 10 gotas de zumo de limón y una pizca de sales de Ma y dejar la mezcla durante 30 minutos. Se puede tomar antes de las comidas.

El jengibre fresco se toma en caso de enfriamientos, fiebre, jaquecas y dolores musculares.

MILAGROS EN LA COCINA

Hemos visto que el jengibre posee numerosas cualidades medicinales pero igualmente es de gran valor en la cocina. En Asia se añade de forma habitual a los platos fuertes, pero se utiliza en todo tipo de recetas. Por ejemplo, se puede usar para aromatizar los guisos de arroz, así como para elaborar chutneys (salsas agridulces de frutas, verduras y especias, muy apreciadas en Oriente) y encurtidos, y para conferir un carácter especial e intenso a los postres y las infusiones.

La repostería es el terreno por el que el jengibre se ha abierto más camino en Occidente: los panes y las galletas de jengibre son muy apreciados en los países nórdicos, Centro Europa, Gran Bretaña y Estados Unidos.

El pomelo y el melón adquieren un sabor sublime si se les rocía con jugo de limón y se les espolvorea con jengibre. También combina con la pera, el plátano y el melocotón. Además se puede añadir a las bebidas tanto frías como calientes. El famoso ginger ale que se puede hallar en los supermercados, no es más que un sucedáneo, insípido y lleno de edulcorantes artificiales, de la auténtica cerveza de jengibre. También los ponches calientes para los fríos días de invierno ven potenciados su sabor y beneficios con jengibre fresco rallado muy fino.

El rizoma fresco se encuentra cada día con más facilidad en nuestras tiendas de alimentación. Si queremos adquirirlo en sus mejores condiciones, debemos vigilar su aspecto. Su piel no tiene que estar arrugada ni manchada y se debe mostrar firme al tacto.

2 comentarios:

Elvira dijo...

Muy interesante y completa tu entrada. Si me permites, el nombre latino es: Zingiber officinale.

La primera vez que tomé algo de jengibre fue en Inglaterra, cuando tenía 19 años, y me encantó, era un cake muy sabroso.

alestedemadrid dijo...

Yo lo utilizo bastante en la cocina desde que una amiga china me lo recomendase para los catarros en una especie de infusión con cáscaras de limón, cebolleta y ¡Coca-Cola! No pintaba muy bien aquello pero como por probar no se pierde nada nos lo tomamos y no estaba malo. Un beso