lunes, 25 de enero de 2021
The City of Your Final Destination, James Ivory
jueves, 14 de enero de 2021
Kate Atkinson. Una de espías. Transcription. La mecanógrafa.
Una novela sobre un tema familiar para los británicos, la II Guerra Mundial y los esfuerzos para evitar la invasión alemana.
Kate Atkinson elige como protagonista a una mujer muy joven que acaba de quedarse huérfana después de haber abandonado sus brillantes estudios para cuidar de su madre enferma.
Su identidad de cuidadora termina y también sus compromisos familiares que hasta entonces habían dado sentido a su vida.
Es intuitiva e inteligente y desea colaborar en las Fuerzas Armadas, concretamente en el M 15, el servicio de contrainteligencia británico, en operaciones encubiertas.
Después de una entrevista de selección favorable se encuentra haciendo tareas administrativas bastante rutinarias.
Vigilan a un agente que se hace pasar por espía alemán para contactar con personas a favor del régimen de Hitler, la quinta columna. Sus conversaciones con los ingleses que desean la invasión de su propio país son grabadas en un piso justo al lado de donde se celebran esas reuniones clandestinas.
Allí trabaja la joven protagonista que no tiene ninguna dificultad de rellenar los huecos de la grabación que no se oyen bien con lo que a ella le parece adecuado. Su profesionalidad hace que le ofrezcan un papel más activo, haciéndose pasar por una mujer a favor de la invasión y tener contactos de más alto nivel.
En una de las tareas que le encomiendan toma iniciativas sin autorización previa y las consecuencias no se hacen esperar. Su jefe, que tiene sus propios problemas y la necesita, trata de ayudar a la joven.
Años después, terminada la guerra, la vemos trabajando en la BBC, como la mayoría de sus antiguos compañeros, en programas más o menos culturales, dedicados a los escolares casi siempre.
Pero un día recibe allí una nota anónima donde es amenazada por "lo que hizo". Trata de conseguir información a través de antiguos colegas para saber la identidad de quien envía esa nota y descubre lo que ha sido de muchas personas a las que ya no frecuenta.
Y el sorprendente final, ya en los años 60, nos hace ver como casi nunca las cosas son lo que parecían.
domingo, 10 de enero de 2021
Zadie Smith, El virus del desprecio. Contemplaciones
La escritora Zadie Smith, que muy joven llegó a la fama con "Dientes blancos" es ahora una mujer, como ella dice, de cuarenta y tantos a la que la pandemia encontró en Nueva York donde habitualmente vive y trabaja.
El deseo de volver al hogar, Londres, pudo más que otras consideraciones y durante los meses de confinamiento fue escribiendo impresiones acerca de su vida cotidiana.
En la introducción al libro, que recoge seis pequeños ensayos, reconoce la influencia de la reciente lectura de las Meditaciones de Marco Aurelio.
Y al final agradece a muchas personas, empezando por su familia, todo lo que ha aprendido de ellos...
He copiado las cinco primeras referencias.
DEUDAS Y ENSEÑANZAS
1. MI MADRE
Energía, vitalidad, carisma. El origen: un infantilismo incorregible... que comparto.
2. MI PADRE
La disposición a reconocer el fracaso y la debilidad; a saber aceptar la culpa.
3. BEN
El buen humor. La energía de la familia combinada con el deseo de un artista a no desperdiciar nada, a dirigir todos los dones hacia fuera.
4. LUKE
Una espiritualidad de andar por casa. El amor a la naturaleza y la fe en todas las cosas naturales, incluida la muerte. Un reloj interior que no hace caso al tiempo del mundo.
5. EL PROFESOR RAINBOW
En su clase, era tu misión perfeccionar lo que tuvieras delante, encima del pupitre; hacerlo tan bien como fueses capaz. La caligrafía —incluso entonces un arte en extinción— debía tomarse tan en serio como la ortografía y las matemáticas, como memorizar los sucesos de 1066. El placer y el rigor eran lo mismo: si todo el coro iba a gozar del privilegio de cantar Bali Ha’i, de Rodgers y Hammerstein, sería a fuerza de prestar una atención marcial a cada parte del todo. Era imposible hacerse los tontos, y los «cantantes» no teníamos por qué enorgullecernos...
Es un libro tan corto y tan intenso que lo he releído. Y creo que tanto los personajes de los vecinos de su barrio de Nueva York, como sus reflexiones sobre lo que ella llama el "virus del desprecio" analizando la política actual tanto británica como norteamericana, las reflexiones personales sobre su tarea como escritora cuando piensa en los trabajadores esenciales y la pandemia me han impresionado por su claridad, brillantez, concisión y su sinceridad sin excusas cuando habla de su propia vida.
Y he decidido volver a Marco Aurelio. Por hacer algo...
miércoles, 6 de enero de 2021
Botero en Madrid
Es uno de los artistas vivos que puede mostrar seis décadas de trabajo, que siempre ha vivido de él y que ha tenido un éxito de público tanto en EEUU y Europa como en Oriente.
En un reciente documental que emitió RTVE2 se veía el entusiasmo de los niños y jóvenes chinos que disfrutaban de sus obras con una naturalidad y alegría enormes.
Quizá porque Botero disfruta con su trabajo, le dedica 8 horas al día y no se cansa de estar de pie tanto tiempo porque le da placer, satisfacción y le supone un reto el seguir aprendiendo.
Sus esculturas transmiten esa sensualidad y monumentalidad que le caracterizan y por eso es habitual que niños y grandes se fotografíen en las que encuentran en las calles de Madrid, Barcelona, Oviedo... y en tantas ciudades del mundo.
No es raro ver niños subidos en ellas, observando todos sus ángulos.
En la exposición de Madrid los más pequeños parecían también disfrutar de las obras, tan coloristas y vitales, eligiendo sus favoritas para ser fotografiados, con una seriedad curiosa.
La incansable dedicación y curiosidad de Botero, su deseo de conocer las obras de los grandes pintores y artistas europeos le llevaron muy joven a residir en Madrid, en París, en Florencia donde los artistas del Renacimiento le fascinaron.
La influencia de Uccello, Mantegna, Piero de la Francesca, Giotto... es evidente en aquellos años de formación y aprendizaje que se pudo pagar con la venta de sus primeros cuadros.
Residió después en Méjico y más tarde en Estados Unidos. Allí consiguió que una de sus obras se expusiera en el MOMA de Nueva York, en unos años donde lo figurativo no estaba de moda y era complicado que los críticos se interesasen por aquel colombiano que iba contra corriente.
Después de la muerte en un accidente del menor de sus hijos donó muchos de sus cuadros a su país para tener una sala que le recordara.
Y después de un ataque terrorista que acabó con la vida de varias personas en una plaza pública donde se exponía una escultura suya, una paloma que representa la paz, donó otra igual que está al lado del amasijo de hierro en que quedó la obra inicial.
https://www.rtve.es/alacarta/videos/otros-documentales/botero/5750964/