En este caso el responsable de que una taza de café cayera al suelo y manchase su ropa era según ella su marido por haber llegado tarde por la noche, provocando una pequeña discusión, acostarse tarde y necesitar por la mañana una segunda taza de café que acabó rota en el suelo... Así que en cuanto recibió una llamada telefónica trató de culparle del asunto y él colgó rápidamente el teléfono...porque probablemente estaba acostumbrado a esa tendencia de su esposa y no quería discutir.
La historia parece un poco ridícula pero es ilustrativa de como cuando estamos furiosos no solemos responsabilizarnos de la situación y aprender para una próxima vez sino que simplemente buscamos un culpable y se lo echamos en cara...
https://mrsmindfulness.com/brene-brown-letting-go-of-blame/
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