Las obras que podemos ver en la exposición de Caixaforum de Madrid nos acercan a un mundo silencioso, enigmático, que evoca sueños, tiempo suspendido, mundos ya perdidos.
Un artista que vivió tiempos convulsos y violentos y que inspiró a otros artistas como Max Ernest, Dalí, Magritte pero que siempre siguió su propio estilo sin perder su sonrisa y su pasión por el mundo clásico. Aunque sus padres eran italianos él nació en Volos (Grecia) y se formó tanto en Florencia, Milán, Turín como en París.
Las entrevistas que podemos ver en la exposición, una realizada en Grecia y otra en Venecia nos acercan a la persona amable, sensible, bromista y educada que hay detrás de la imagen pública del artista cuya Fundación es la depositaria de las obras que se exponen aquí.
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