En el centro de Malaga, muy cerca de la peatonal calle Larios, el paseante se encuentra con un par de obras de un artista y profesor malagueño.
Los protagonistas de las sorprendentes esculturas son humanos y animales que juegan, hacen equilibrios en el aire o tratan de mover un pesado banco en el que se sienta a veces alguien que quiere tener una foto con un conejo y un hombre rata.
El primero simboliza la prisa del conejo de Alicia en el Pais de las Maravillas y el segundo representa la muerte.
En una ciudad llena de museos y de artistas se agradece encontrar muestras de arte urbano contemporáneo de artistas locales tan originales y atractivos.
Y que otras ciudades se planteen esos pequeños y necesarios cambios para humanizar nuestro entorno cotidiano.
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