Hace unos años leí todos los libros de P.D. James y me parecían fascinantes. También eran una lectura de evasión en momentos duros (en esa época también devoré toda la serie de Sue Grafton que me resultaban más light pero más irónicos y contemporáneos). Pero según terminó la mala racha (o buena, vete a saber) abandoné la novela negra. A través de una película de Alfonso Cuarón (Hijos de hombres) sobre un futuro cercano en el Reino Unido donde se han acabado los derechos tal como hoy los conocemos he llegado a el único intento de PD James de escribir ciencia-ficción. Y voy a probar. Lo mejor de la película, además del guión y de una atmósfera opresiva eran los actores. No me imaginaba que Clive Owen pudiera tener esa capacidad de transmitir estados de ánimo sólo con la mirada. Los demás también están magníficos.
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