sábado, 22 de mayo de 2021

Javier Cámara y la empatía.

Una entrevista del País Semanal al protagonista de la última película de Daniel Trueba, "el olvido que seremos"

R. Es complicado encontrar la bondad en las pantallas cuando lo cierto es que estamos rodeados de gente buenísima: de abuelos, sanitarios, policías que hacen lo correcto. La sociedad no está podrida. Todo lo contrario. La bondad gana por goleada a la maldad y aun así es la gran perjudicada. Por eso, contar esta historia es importante, porque además no es solo un hombre bueno que se queda en su casa, sino que se coloca su traje y su corbata y sale a arreglar el mundo.

P. ¿Se hubiese enfrentado a este papel de la misma forma si no fuera usted hoy padre?

R. Hombre, creo que sí, no sé. Un actor…

P. La paternidad, ¿no cambia su forma de actuar?

R. Sí, como a todos. Representa lo más importante que nos puede pasar en la vida. Al crear una familia, el centro de atención se desplaza y tú, que eres un tío acostumbrado a que te digan qué bien o qué mal lo haces, ese egocentrismo propio de…

P. Un actor…

R. Sí, gracias por el resumen, bueno, pues el eje ya no es el mismo, disminuye. Piensas en futuros y presentes en virtud de otros. Es apasionante, aunque hay momentos en que nos asuste. Sobre todo en tiempos así. Soy más sensible ahora, más frágil, me cuesta menos empatizar con algunas emociones, no me cuesta nada. Ya empatizaba, vale, pero ahora con según qué asuntos cambio de canal.

P. Bueno, usted ha sido siempre, como actor, el campeón de la empatía. ¿Quizás antes lo hacía de manera más fingida y ahora es más auténtica?

R. Existen diversas técnicas que nos conducen a la emoción. Frente a la frivolidad con la que a veces se mira nuestra profesión, creo que nos identificamos más en ese sentido con un violinista o un bailarín a la hora de pulsar sentimientos. Puedes jugar con muchas cosas, desde recuerdos hasta objetos u olores con los que probar sin hacerte daño. Tienes que tirar de técnica. Pues eso, como un músico. Como mi padre. Es trabajo y trabajo. Las emociones no llegan por ciencia infusa, tienes que esforzarte y para eso te dejas el alma.

P. Pero en usted parece fácil. La empatía le otorga un grado más, como una forma de ser, una apariencia, una filosofía.

R. Bueno, yo siempre he pensado que eso me lo daba la suerte de haber sido un actor popular desde que empecé. De haber colaborado con Pajares, con Lina Morgan o en el primer Torrente con Santiago Segura, y en tantas temporadas en Siete vidas. Eso te acerca al espectador de forma muy cariñosa. Ahí siempre interpretaba personajes frágiles, ...

https://elpais.com/eps/2021-05-15/javier-camara-la-sociedad-no-esta-podrida-la-bondad-gana-por-goleada.html

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