No es un libro de cocina como los demás. Tiene recetas, claro, pero en cada una este inquieto y enérgico cocinero nos cuenta historias sobre su trabajo, sus inquietudes, su familia, sus proyectos de fomentar una forma de cocinar y comer más sana y sabrosa, de recoger las recetas de su madre, de su mujer, andaluza, su huerto, sus restaurantes...
Las recetas no tienen ingredientes raros ni difíciles de conseguir y reflejan su amor por las verduras de todo tipo. No es cocina para vegetarianos o veganos sino para todos los que quieran mejorar su forma de comer y de cocinar.
La receta de las lentejas de su madre es sencilla y espectacular a la vez. Pequeños detalles que la convierten en algo diferente y sencillo, de siempre. Al mismo tiempo vemos que no pierde ocasión de investigar, cambiar, incorporar nuevos ingredientes o técnicas a lo ya conocido...incluyendo por supuesto influencias de la cocina mejicana, oriental, etc. además de sus raíces españolas por las que triunfó en un principio introduciendo las tapas en su primer restaurante en Estados Unidos.
Muy conocido en ese país por su defensa de los emigrantes y por su éxito empresarial también hemos visto hace muy poco su faceta de trabajo humanitario durante la pandemia o en anteriores catástrofes en Haiti, Puerto Rico...o ahora en Beirut. Su ONG colabora con otras de la zona afectada para poder dar comidas calientes a la gente que lo ha perdido casi todo.