Lo primero que dije es que soy un escritor posmoderno. Esto, cuando yo empecé a escribir, se decía con orgullo; ahora se dice con la boca pequeña o no se dice (o se esconde). El posmodernismo parece batirse en retirada en todos los frentes. Aquí y allá se le acusa de frívolo, de relativista, de meramente lúdico; me parece una acusación injusta: es verdad que para los malos posmodernos el arte es solo un juego, pero para los buenos es un juego donde uno se lo juega todo. Así que no sé a qué viene tanta vergüenza. La posmodernidad en general no es una reacción contra la modernidad, sino su último o penúltimo avatar; si acaso, es una irónica reacción contra algunos clichés del modernism, que viene a ser el nombre anglosajón de las vanguardias, y, por eso mismo, la última o penúltima vanguardia. En cuanto a la posmodernidad narrativa, si es aquella que procura no perder nunca de vista las seis propuestas para el próximo milenio formuladas por Italo Calvino –levedad, rapidez, exactitud, visibilidad, multiplicidad, consistencia–, y la que busca su origen inmediato en la obra de Jorge Luis Borges y su origen remoto en la segunda parte del Quijote, que a ratos no parece escrita por Cervantes sino por Dios, entonces yo sigo sintiéndome a gusto en ella. Dicho esto, añadiré que mis primeros libros parecían casi prototípicamente posmodernos: novelas algo humorísticas, fantásticas, ultraintelectuales y ultraliterarias, que por lo demás solo leía mi madre y quizá alguna de mis hermanas. No es que mis novelas posteriores, las que han tenido más lectores, sean muy distintas, pero lo cierto es que, a medida que las escribía, creí descubrir dos cosas aparentemente ajenas a la estética posmoderna y que, para mí, más que contradecirla, la complementan. La primera cosa que descubrí, o que creí descubrir, es que el pasado es una dimensión del presente, que nunca termina de pasar, que siempre está aquí, con nosotros, y que por tanto es indispensable para entender la realidad; de ahí que, a diferencia de los primeros que escribí, además de hablar del presente, esos libros hablen del pasado, ...
lunes, 27 de agosto de 2012
Autorretrato de un verano - Javier Cercas
En uno de sus artículos publicados en el dominical del periódico El País, el escritor Javier Cercas habla de unas declaraciones suyas durante una estancia en Brasil. En ellas hablaba del modernismo y como cita a varios de mis escritores favoritos no puedo resistirme a pensar que debe tener razón. Y si no la tiene, me gusta como lo cuenta.
Ahora que lo pienso me gusta por la levedad, la rapidez, la consistencia...
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sábado, 25 de agosto de 2012
Ernest Kirchner
Hasta el próximo domingo 2 de septiembre se podrá ver en la sala Mapfre de Madrid una retrospectiva de uno de los creadores del grupo Die Brücke, Ernest Kirchner, pintor y grabador alemán. Después de la primera Guerra Mundial pasa varios años en Davos y refleja en sus cuadros la vida tranquila en las aldeas de montaña que contrastan fuertemente con sus obras berlinesas.
Con el ascenso del nazismo casi 6oo cuadros suyos fueron descolgados de los museos alemanes y vendidos o destruidos ya que fueron calificados como "arte degenerado". Poco tiempo después el artista se suicida en 1938.
Never let me go by Kazuo Ishiguro
Una historia desasosegante, en un futuro en el que las enfermedades se han eliminado gracias a la clonación de seres humanos a los que se educa para estar orgullosos de su aportación al bienestar de los demás por lo que no se rebelan ni intentan huir de su doloroso destino, al que llaman "completarse", después de varias operaciones sucesivas para otros tantos trasplantes.
Hace pensar en Blade Runner o en Farenheit 45 a pesar del idílico entorno rural en el que vemos crecer a los tres jóvenes protagonistas de este terrible y hermoso relato donde les veremos vivir historias de amor, traiciones, amistad, falsas esperanzas, miedo, tristeza , intentos de reparar el daño que se ha hecho...
In his highly acclaimed novel Never Let Me Go, Kazuo Ishiguro (The Remains of the Day) created a remarkable story of love, loss and hidden truths. In it he posed the fundamental question: What makes us human? Now director Mark Romanek (ONE HOUR PHOTO), writer Alex Garland and DNA Films bring Ishiguro's hauntingly poignant and emotional story to the screen. Kathy (Oscar® nominee Carey Mulligan, AN EDUCATION), Tommy (Andrew Garfield, BOY A, RED RIDING) and Ruth (Oscar® nominee Keira Knightley, PRIDE & PREJUDICE, ATONEMENT) live in a world and a time that feel familiar to us, but are not quite like anything we know. They spend their childhood at Hailsham, a seemingly idyllic English boarding school. When they leave the shelter of the school and the terrible truth of their fate is revealed to them, they must also confront the deep feelings of love, jealousy and betrayal that threaten to pull them apart.
jueves, 9 de agosto de 2012
Te vas porque yo quiero que te vayas. Juan José Millás. Relaciones imposibles
La nueva entrega de "Relaciones imposibles" de Juan José Millás
Pedro y Carmen no se llevan. Seguramente no se llevaban ni cuando se llevaban, pero todavía no se habían dado cuenta. Se trata de una relación a todas luces imposible y, sin embargo, necesaria.
Ahora que la muerte, cómplice forzosa de la vida, nos ha deschavelado de un plumazo, conviene recordar que de las relaciones imposibles nació asimismo el bolero, un género literario y musical tan importante en nuestras vidas como en el cine del director manchego. Un género que, sutil llegaste a mí, ha alumbrado versos inolvidables, versos, ya me canso de llorar y no amanece, desgarradores, versos tristes, que seas feliz, feliz, feliz, versos lastimeros, di que vienes de allá, de un mundo extraño, versos no pudo ser después de haberte amado tanto, versos con los que Maura y Almodóvar podrían contar la historia de una movida alucinante alrededor de sí mismos y de sus circunstancias.
Pedro y Carmen se relacionan a través del despecho, que es la forma llevadera de la nostalgia al modo en que la belleza, según Rilke, es ese grado de lo terrible que todavía soportamos.
—Si me llama —piensa ella—, le pongo un precio y voy porque yo soy una profesional.
—Si la necesito —piensa él— le digo a Agustín que la contrate y punto.
Tras firmar el contrato, dan una rueda de prensa políticamente correcta, llena de tópicos pactados, luego hacen entre los dos, casi sin dirigirse la palabra, una obra maestra tipo Volver y cada uno se va por donde ha venido tarareando cuando tú te hayas ido me envolverán las sombras. No es falta de ternura, se quieren con el alma.
...
Todo esto complica mucho la relación en ambas direcciones. Almodóvar, por explicarnos, es un transgresor burgués mientras que Maura es una burguesa transgresora. La heroica ciudad, por volver a Clarín, dormía la siesta. Hay ahí un conflicto de personalidades típico de quienes necesitándose a muerte darían la vida por desnecesitarse.
El problema no es lo que se necesiten ellos, que a nosotros nos la trae floja, el problema es lo que los necesitamos nosotros. Pero nos tienen a pan y agua porque se creen que la vida es un bolero y que te vas porque yo quiero que te vayas. Pobres.
sábado, 4 de agosto de 2012
The blues is a bad woman feeling good - Buzzy Jackson
El magnífico libro de Buzz Jackson sobre las mujeres que han cantado blues a lo largo del siglo XX (desde Ma Raney hasta Tina Turner o Janis Joplin) se ha publicado en España cambiando el título original de "Mujeres malas que se sienten bien" ,que ha pasado a ser; "Disfruta de mí si te atreves", una cita de Aretha Franklin en la que explica lo que significa cantar para ella:
"Para mí es simple, pero imagino que para otros hace falta valor. Cuando canto, estoy diciendo: adelante, disfruta, nadie más puede hacerlo por tí. Sí, cariño, disfruta de mí si te atreves"
Buzzy Jackson combines biography, an appreciation of music, and a sweeping view of American history to illuminate the pivotal role of blues women in a powerful musical tradition. An exciting lineage of women singers—originating with Ma Rainey and her protégée Bessie Smith—shaped the blues, launching it as a powerful, expressive vehicle of emotional liberation. Along with their successors Billie Holiday, Etta James, Aretha Franklin, Tina Turner, and Janis Joplin, they injected a dose of reality into the often trivial world of popular song, bringing their message of higher expectations and broader horizons to their audiences. These women passed their image, their rhythms, and their toughness on to the next generation of blues women, which has its contemporary incarnation in singers like Bonnie Raitt and Lucinda Williams (with whom the author has done an in-depth interview).
Musician Thomas Dorsey said, “The blues is a good woman feeling bad.” But these women show by their style that he had it backward: The blues is a bad woman feeling good.
“Jackson shows a wide, easy familiarity with the history of the blues and, indeed, with the history of American popular culture. Clearly, she has listened to lots of sides, read lots of magazines and books, thought long and hard about the genesis of the blues and of its many later manifestations…she clearly sees a dark blue thread connecting the music with the lives of the women who sang it. A well-researched analysis of the women who created an enduring cultural phenomenon.” – Kirkus Reviews
“By celebrating the genre’s ‘bad women’ as forces for positive social change, Jackson gives blues fans a refreshing new perspective.” – Publishers Weekly
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