En un escenario luminoso y abierto, rodeado de árboles por todos lados, un joven artista de origen kosovar muestra un mundo onírico en el que se mezclan recuerdos de infancia, de la guerra, de la huida a Italia como refugiados, del arte de Mantegna, de Goya, de El Bosco, de flores gigantes de amapola, clavel, lirio, cerezo, forsythias, de semillas para alimentar a los pájaros que se cuelan por las ventanas abiertas del Palacio de Cristal del Retiro.
Quizá la imagen más impactante para los visitantes que la contemplan como hipnotizados sea History of a Hug (historia de un abrazo) en la que una figura vestida de blanco y con cabeza de cuervo blanco sujeta con fuerza un tronco con las manos. Es un recuerdo de su abuelo cuando supo que había tenido un hijo y no supo como expresar su alegría para no parecer débil ante los demás.