" Lo primero que hice la primavera que decidí escribir sobre el blanco fue hacer una lista:
Manta de bebé
Bata de de recién nacido
Nieve
Hielo
Arroz
Ola
Magnolia blanca
Pájaro blanco
Risa blanca
Papel en blanco
Perro blanco
Canas
Mortaja
Mi corazón se estremeció de un modo inusitado cuando escribía estas palabras. Deseé sin falta
terminar ese libro, tuve la sensación de que el proceso de escribirlo iba a traerme aparejado un cambio."
Así empieza un libro de Han Kan que recoge sensaciones y vivencias durante una estancia en un país del Este, probablemente la ciudad de Varsovia y en el que el frío, el dolor por la pérdida de una hermana que murió casi recién nacida y a la que ella nunca llegó a conocer pero a la que añora como "hermana mayor" que pudiera haberla acompañado durante su vida, son protagonistas de reflexiones en torno a las pérdidas colectivas y personales y en posibles formas de expresarlas y respetarlas.
Las velas encendidas delante de los muros que resistieron los bombardeos de Polonia y las personas que acuden a dejar flores allí le inspiran respeto y le hacen pensar que en Corea del Sur no se ha hecho ese duelo respecto a un doloroso pasado reciente, del que ella habla en otro de sus libros, "Hechos humanos"
Un libro personal pero que remite a procesos que pocos países desconocen pero de los que no se puede o quiere hablar libremente.
https://www.theguardian.com/books/2017/nov/02/the-white-book-by-hang-kang-review
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