Unas líneas de Borges, "Felices los amantes y los amados y los que pueden prescindir del amor" son referencia obligada de un libro de Yasmina Reza que descubrí hace unos días en manos de un desconocido en un tren de cercanías.
El hombre, sentado con su perro tumbado tranquilamente a su lado, leía con una sonrisa de felicidad completa. De vez en cuando levantaba la mirada y clavaba los ojos en la distancia de la ventanilla que tenía enfrente. Sonreía.
Desde mi asiento veía que el libro era amarillo, de la editorial Anagrama, pero no veía el título. Luego ya conseguí verlo, estirando el cuello con disimulo.
Me sonaba, no sabía a qué. Google me lo aclaró unas horas después y al poco yo también leía aquello.
Era divertido pero también una mirada ácida a los personajes (sofisticados, acomodados, infelices, infieles...) que recuerda otras obras anteriores también desoladoras y un poco cínicas.
Los monólogos de los personajes van completándose porque son familiares, amigos, conocidos y en el último empezamos a entender un poco mejor esas vidas cruzadas. Y a pensar que habría que releerlo...
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