Acercarse a los dibujos de Anne Marie Schneider supone una experiencia curiosa.
Los títulos de las obras no dan muchas pistas y casi todo lo que percibimos es una mezcla de sensaciones conscientes o inconscientes.
Imágenes falsamente ingenuas o inocentes, una violencia oculta, una ironía apenas esbozada nos obligan a hacer una lectura personal de lo que vemos.
Las citas literarias (Virginia Woolf, Kafka…) o las referencias a cuentos infantiles, leyendas o sucesos reales son las únicas referencias para intentar comprender mejor lo que creemos percibir.
Desde el ascensor del Reina Sofía, un día de lluvia otoñal
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