El libro que se publicó a petición de su inspiradora, la pequeña Alice Liddell, tenía como autor a un tal Lewis Carroll.
Bajo este nombre se escondía el reverendo Dogdson, que se ganaba la vida como profesor de lógica pero cuyas obras "para niños" han fascinado a los surrealistas y a miles de lectores de todas las edades que han seguido las aventuras de Alicia en un mundo paralelo, rodeada de absurdos personajes y de delirantes diálogos.
Las aventuras de Alicia han sido llevadas al cine por Tim Burton y el libro ha sido traducido a casi todas las lenguas.
En Madrid el museo ABC del dibujo propone un pequeño homenaje, una fiesta de "no cumpleaños" en la que muchos ilustradores han imaginado su Alicia en el País de las Maravillas.
Una visita para los admiradores de Lewis Carroll y de su pequeña amiga.
Y un recuerdo de las clases de lógica del profesor Alfredo Deaño que utilizaba en muchas ocasiones frases de Lewis Carroll en sus ejemplos
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