También me han gustado los ejercicios de automasaje chino (Tuina) y otros para trabajar los niveles de energía.
Me gustaría incorporar estas prácticas a mi vida diaria como otra rutina agradable más, como el ir a nadar tres veces por semana que me sienta tan bien, sobre todo si ha habido algún mal rollo personal o laboral. Así leyendo veo que la palabra rutina no suena demasiado bien aunque a mí esas repeticiones de actos familiaries siempre me han parecido relajantes. Y los niños las necesitan tanto cuando son pequeños que creo que la mala prensa de la rutina no es merecida más que cuando te lleva a vivir sin pensar si te gustaría hacerlo de otra forma. Ojalá que a mí no me pase, o que falte mucho para eso y me dé cuenta a tiempo...
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