lunes, 14 de octubre de 2024

La clase de griego. Han Kan

Han Kang 
La clase de griego (fragmento)

"No es propio de ella mirarse en el espejo, pero ahora ya no siente ninguna necesidad de hacerlo. Seguramente la cara que más se imagina y dibuja mentalmente una persona a lo largo de la vida es la suya propia. Sin embargo, ella ha dejado de evocar su aspecto, por lo que se ha ido olvidando de cómo es. Cuando por casualidad se encuentra con su reflejo en un vidrio o un espejo, se queda observando con fijeza sus ojos, pues esas nítidas pupilas parecen ser el único canal de comunicación entre ella y ese rostro desconocido. A veces no se siente como una persona, sino más bien como una sustancia, una materia sólida o líquida en movimiento. Cuando come arroz caliente, se siente arroz; cuando se lava la cara con agua fría, se siente agua. Al mismo tiempo es consciente de no ser ni arroz ni agua, sino que se siente como una materia dura y rígida que nunca se mezclará con ningún ser, vivo o no. Las únicas cosas que reclama con todas sus fuerzas al gélido silencio son la cara de su hijo, con el que se le permite pasar una noche cada dos semanas, y las palabras muertas en griego que escribe apretando con fuerza el lápiz. 
(...)
Aunque he estado alguna vez en Suiza, nunca he ido a Ginebra, pues no me apetecía visitar la tumba de Borges para verla con mis propios ojos. En su lugar, recorrí la biblioteca de la abadía de San Galo, que de seguro habría provocado en el escritor argentino una fascinación sin límites si la hubiera conocido. Hasta me parece sentir en este momento la aspereza de las zapatillas de fieltro que nos hicieron calzar para proteger el suelo de madera de mil años de antigüedad. Luego tomé un barco en el embarcadero de Lucerna, que navegó por el lago hasta el atardecer bordeando la costa de los valles alpinos cubiertos de nieve. "



Dos párrafos de un libro que alterna capítulos breves en los que se alterna la historia de una mujer que ha perdido la voz y su trabajo, que se ha divorciado y ha perdido la custodia de su hijo después de varios juicios y que se ha refugiado en una clase de griego clásico a la que asiste vestida de luto por la reciente muerte de su madre y en absoluto silencio y  la voz en primera persona de un compatriota que pasó los años de su juventud en Alemania donde aprendió latín y griego en el instituto y que ahora enseña en Seúl, su ciudad de origen. 

Vive ocultando que se está quedando ciego para no perder su trabajo, lee textos budistas y filosofía  y le fascina esa alumna que no habla ni sonríe ni hace ningún intento por salir de su aislamiento pero que anota todas las palabras en griego antiguo que él escribe en la pizarra para que sus alumnos las lean. 

Y de fondo, el ruido y las calles de Seúl. 

   

sábado, 12 de octubre de 2024

La ambición callada y los jóvenes, Santiago del Molino en Ethic


Alicia Adamczyc es una periodista económica de Nueva York que en 2023 acuñó el casi oxímoron quiet ambition, ambición tranquila o callada. Digo que es un casi oxímoron porque la ambición puede ser tranquila y callada sin dejar de ser ambiciosa, no hay contradicción entre sustantivo y adjetivo. De hecho, una ambición sosegada es una forma muy inteligente y madura de ambicionar algo. 

"El sintagma se ha hecho popular, pese a que no expresa bien lo que quería contar Adamczyc, que hablaba del cambio de espíritu de los jóvenes, desapegados de la competencia profesional y reacios a entregar su vida al trabajo, como hacemos los mayores. Adamczyc analizaba una falta de ambición, no una ambición tranquila. El resumen de su texto, publicado en la revista Fortune, era que el sueño americano de esfuérzate y vencerás no se lo traga nadie, y que una parte de los jóvenes ha decidido que se esfuerce Rita.

Unas empresas que no ofrecen más que escasez y fideos chinos de microondas para cenar no pueden esperar de sus trabajadores pasiones ni lealtades. Una corporación regida por fondos de inversión y centrada en la rentabilidad a corto plazo no puede crear espíritus corporativos o sentimientos de equipo. ¿Cómo se va a comprometer nadie con una empresa, si ni siquiera sus ejecutivos están comprometidos con ella? ¿Qué esfuerzos puede pedir a una plantilla un CEO oportunista que hoy dirige una compañía y mañana otra en otro sector diferente?

La quiet ambition es una respuesta racional, pero también un autoengaño, pues su propósito es convencer a quien la practica de que es el dueño de su vida y destino. No es cierto: no ha sido él quien ha decidido que el trabajo no es el centro, otros lo han decidido por él. Renuncian a un mundo que ya les había expulsado de antemano. Por eso no está bien que los viejos privilegiados que hemos encontrado en el trabajo una forma de estar en el mundo (y a algunos no nos avergüenza decirlo) nos enfademos por sus acusaciones. Al contrario: hay que desearles que trasciendan ese discurso consolador y autocomplaciente y encuentren en la organización, la solidaridad y el conflicto una manera de responder a la injusticia que se ceba con ellos. Porque del aire tampoco van a vivir."

https://ethic.es/2024/10/el-consuelo-de-la-quiet-ambition/

domingo, 6 de octubre de 2024

Hope in the dark. Rebecca Solnit

 The Marginalian presenta uno de los recientes libros de la historiadora y activista californiana Rebecca Solnit "Esperanza en la oscuridad "


Expanding upon her previous writings on hope, Solnit writes in the foreword to the 2016 edition of this foundational text of modern civic engagement:

Hope is a gift you don’t have to surrender, a power you don’t have to throw away. And though hope can be an act of defiance, defiance isn’t enough reason to hope. But there are good reasons.

Solnit — one of the most singular, civically significant, and poetically potent voices of our time, emanating echoes of Virginia Woolf’s luminous prose and Adrienne Rich’s unflinching political conviction — originally wrote these essays in 2003, six weeks after the start of Iraq war, in an effort to speak “directly to the inner life of the politics of the moment, to the emotions and preconceptions that underlie our political positions and engagements.” Although the specific conditions of the day may have shifted, their undergirding causes and far-reaching consequences have only gained in relevance and urgency in the dozen years since. This slim book of tremendous potency is therefore, today more than ever, an indispensable ally to every thinking, feeling, civically conscious human being.

Solnit looks back on this seemingly distant past as she peers forward into the near future:

The moment passed long ago, but despair, defeatism, cynicism, and the amnesia and assumptions from which they often arise have not dispersed, even as the most wildly, unimaginably magnificent things came to pass. There is a lot of evidence for the defense… Progressive, populist, and grassroots constituencies have had many victories. Popular power has continued to be a profound force for change. And the changes we’ve undergone, both wonderful and terrible, are astonishing.

[…]

This is an extraordinary time full of vital, transformative movements that could not be foreseen. It’s also a nightmarish time. Full engagement requires the ability to perceive both.

Illustration by Charlotte Pardi from Cry, Heart, But Never Break by Glenn Ringtved

With an eye to such disheartening developments as climate change, growing income inequality, and the rise of Silicon Valley as a dehumanizing global superpower of automation, Solnit invites us to be equally present for the counterpoint:

Hope doesn’t mean denying these realities. It means facing them and addressing them by remembering what else the twenty-first century has brought, including the movements, heroes, and shifts in consciousness that address these things now




.https://www.themarginalian.org/2016/03/16/rebecca-solnit-hope-in-the-dark-2/

jueves, 3 de octubre de 2024

Una filosofía de la resistencia



https://ethic.es/2024/05/entrevista-carlos-javier-gonzalez/?_gl=1*jla30c*_up*MQ..*_ga*MjAwODI1MDY2NS4xNzI3OTM5NTYz*_ga_0LL6WCT924*MTcyNzkzOTU2MS4xLjEuMTcyNzkzOTc0NC4wLjAuMTYyOTgxODgy


El filósofo, orientador y profesor de filosofía y psicología  Carlos Javier González Serrano defiende el pesimismo como herramienta intelectual. Sus numerosos y originales artículos pueden encontrarse en la revista digital Ethic y pueden interesar tanto a los alumnos de las materias que enseña como a padres y al público en general ya que da una nueva visión de muchos temas que los medios y la sociedad en general dan por sentados. 

En su libro ‘Una filosofía de la resistencia’ (Destino, 2024), el autor propone pensar y actuar contra lo que él llama la «manipulación emocional» sostenida por la hiperestimulación, el ruido permanente, el rapto de la atención y las nuevas dinámicas de la sociedad de consumo. Hablamos con él sobre cómo reconquistar el deseo y la libertad en medio de la «emotiocracia».

miércoles, 25 de septiembre de 2024

La revolución de las flaneuses. Anna María Iglesias.

"Las dos formas de viajar más esenciales son gratis y, quizás por eso, casi siempre las damos por supuestas y acabamos menospreciándolas. La primera es la lectura: leyendo podemos viajar en el espacio y el tiempo, visitar lugares prohibidos o inaccesibles, trasladarnos a mundos existentes solo en las mentes del autor y del lector. La segunda forma básica de viajar es el paseo; pero no se trata solo de dar vueltas con o sin rumbo por la ciudad, sino de descubrir nuevos espacios gracias al azar y de redescubrir lo que la cotidianidad nos vela día a día, mirando de otra manera cuanto nos rodea. Este paseante crítico, el flâneur, era para Baudelaire un poco artista, ya que su forma de andar lo individualiza, lo saca y destaca de la masa indiferenciada de meros peatones. Pero así como la educación y los libros eran hasta hace relativamente poco el privilegio de una minoría, las calles y la libertad de movimiento tampoco han estado siempre disponibles para todos. Especialmente para todas.

«ESTE PASEANTE CRÍTICO, EL FLÂNEUR, ERA PARA BAUDELAIRE UN POCO ARTISTA, YA QUE SU FORMA DE ANDAR LO INDIVIDUALIZA, LO SACA Y DESTACA DE LA MASA INDIFERENCIADA DE MEROS PEATONES»

Esto constata Anna Mª Iglesia al analizar el fenómeno del callejeo o vagabundeo con una mirada crítica propia de un flâneur«No hay que negar el carácter contestatario de la figura del flâneur desde Baudelaire hasta Walter Benjamin, pasando por Louis Aragon o Janin Jaloux, pero tampoco hay que negar que dicha contestación se realiza sin ninguna perspectiva de género». La tesis principal de La revolución de las flâneuses (Wunderkrammer, 2019) es, pues, que la revolución de los flâneurs, como otras revoluciones, se quedó a medias porque silenció a la otra mitad: las flâneuses. Y el ensayo de Iglesias nos da a lectores y lectoras herramientas para conocer la historia de las paseantes, las pioneras que se atrevieron a exigir la libertad espacial e intelectual que la sociedad les negaba por ser mujeres.

La propia lectura de La revolución de las flâneuses resulta un viaje flâneur, porque nos obliga a mirar de forma diferente los lugares que nos envuelven, demasiado envueltos de rutina. Iglesia nos explica que, en el siglo XIX, las mujeres que osaban salir a la calle solas y solo para pasear en seguida eran clasificadas como prostitutas y, por tanto, se convertían en víctimas potenciales de la violencia destinada a las prostitutas. Irónicamente, estas —no por nada aún son llamadas «mujeres de la calle»— fueron las primeras en disfrutar del dudoso privilegio de ser flanêuses; pero los privilegios de la mujer paseante siempre se han repartido de forma contradictoria: las mujeres obreras disfrutaban de más libertad de desplazamiento en la ciudad que las burguesas porque tenían que ir a trabajar, mientras que las segundas estaban mucho más recluidas, aunque, eso sí, en sus torres de marfil.

«IGLESIA NOS EXPLICA QUE, EN EL SIGLO XIX, LAS MUJERES QUE OSABAN SALIR A LA CALLE SOLAS Y SOLO PARA PASEAR EN SEGUIDA ERAN CLASIFICADAS COMO PROSTITUTAS Y SE CONVERTÍAN EN VÍCTIMAS POTENCIALES DE LA VIOLENCIA DESTINADA A LAS PROSTITUTAS»

Si el flâneur encarnado por Baudelaire y analizado por Walter Benjamin se mueve entre la multitud como si fuera invisible o demasiado insignificante para el cedazo de la masa, la flâneusenunca ha gozado de esta suerte. Todo lo contrario: la mirada objetivadora del hombre impide que la mujer se desplace como él. Por eso, condenadas a ser miradas antes que a mirar, muchas mujeres decidieron travestirse para poder experimentar en qué consistía ser más sujeto que objeto y, así, convertirse en flâneurs y artistas. Es el caso de George Sand, la escritora que escondió su nombre y género verdaderos para poder escribir y pasear como sus colegas con pene. La segunda gran escritora incluida en el libro de Iglesia es Flora Tristán, otra feminista, viajera y flâneuse pionera, aunque a diferencia de Sand nunca ocultó su identidad sino que se autoafirmó en su condición de «paria».

Sand y Tristán, francesas, pasearon por París y por Londres, ciudades que en sus textos quedaron retratadas y que, gracias al libro de Iglesia, se han convertido en las capitales de La revolución de las flâneuses. Otras escritoras en las que pivotan las atractivas reflexiones y los estimulantes paseos de Iglesia son las españolas Luisa CarnésCarmen de Burgos y Emilia Pardo Bazán, así como las anglosajonas Louisa May AlcottRebecca Solnit y Virginia Woolf."

Así empieza Guillem Gonzalez, desde la revista The Citizen over there,  su crítica del libro de Anna María Iglesias. El hecho que cada capítulo se ilustre con una obra de arte le da un enfoque especial. 

sábado, 21 de septiembre de 2024

Exhibition by 31 women. Peggy Guggenheim

Un ambicioso proyecto que presentó en su galería Art of this Century en 1946 la coleccionista y mecenas Peggy Guggenheim y que pretendía acercar al público el trabajo de pintoras como Frida Khalo, Leonora Carrington, Dorotea Tanning...la mayoría vinculadas al movimiento surrealista y otras a la abstracción y casi todas europeas o norteamericanas.... 

La única que no aceptó la propuesta fue Georgia O Keefe que se consideraba artista, sin más. 

Y muchos años después la Fundación Mapfre presenta en Madrid algunos de los cuadros de aquella exhibición que difundió el trabajo de muchas artistas de la primera parte del siglo XX. 



https://www.rtve.es/noticias/20240918/31-mujeres-peggy-guggenheim-reviven-exposicion-fundacion-mapfre/16252783.shtml 

martes, 6 de agosto de 2024

The Ink Black Heart, entrevista a JK Rowling (Robert Galbraith)




Cuando una mujer joven y con apariencia descuidada aparece en la oficina preguntando por ella, la detective Robin Ellacot no ve clara la situación ya que ni ella ni su socio Cormoran Strike  tienen experiencia en ciberacoso, que es lo que la mujer está sufriendo en ese momento. 
Ha reunido un dossier con las amenazas que diariamente recibe en Twiter de fans de un juego basado en una serie de animación bastante gótica  que ella y su antigua pareja crearon hace unos años y que tuvo mucho éxito en youtube. El más agresivo de estos se esconde bajo el alias de Anomia. 

Esta es  una palabra que describe algo que los el sociólogo francés Emile Durkheim  definió como alienación y falta de normas morales y éticas y que relacionaban con los cambios que la industrialización supusieron para los trabajadores, que pasaron a ser una pieza de un engranaje con el que no se sentían identificados. 

Cuando poco después esta mujer aparece asesinada y su antigua pareja también es apuñalada  en Highgate,  cementerio donde hace años crearon la animación, deciden hablar con la policía.

Cada capítulo de este sexto libro sobre el detective Cormoran Strike y su socia incluye un poema de la época victoriana, todos de escritoras conocidas como Cristina Rossetti y otras que no lo son tanto y que marcan un poco ese ambiente gótico que rodea al cementerio y a los personajes de animación con los que tanto se identifican los jóvenes y adolescentes y que tantas pasiones despiertan.

Los personajes principales siguen evolucionando en lo profesional y en lo personal y aunque todos los fans de esta serie de libros y adaptaciones para TV quisieran que fueran algo más que socios y mejores amigos del otro Rowling no parece dispuesta a complacerlos en esta entrevista sobre la escritura de este sexto episodio donde afirma tener ya pensados los dos siguientes libros...

Como madre de dos adolescentes, que le han dado pistas sobre el fenómeno de el acoso en redes, afirma que la sensación de desconexión es lo que lleva a buscar identidades que pueden ser tóxicas sin ningún riesgo, por el anonimato y por la frustración de los incels, que es como los anglosajones llaman a los jóvenes célibes involuntarios que odian a las mujeres porque no les hacen mucho caso...